viernes, 19 de febrero de 2016

"La amortajada", de María Luisa Bombal


Mi abuela materna está en deuda conmigo. Hace un par de años atrás guardaba en una caja de cartón enorme muchos libros, tantos que ni siquiera daban ganas de buscar, porque la mayoría estaban atiborrados por el polvo y las páginas se escapaban de ellos. O también, porque arriba estaban los libros con títulos menos llamativos, “historia de chile, tomo I” o “Martín Rivas”. Sin embargo, a pesar de estar colapsada aquella caja, siempre intentaba encontrar algo que cautivara mi atención, tarea de la que me aburría en segundos por las arañas, el polvo, los libros en mal estado y los autores tan desconocidos.

Hace no muchos años, se cambió de casa y esa monstruosa caja le estorbaba demasiado para la limpieza del lugar en donde la tenía, así que no halló mejor idea que regalarle a uno de sus hermanos la caja completa, recuperándole a su nieta solo seis libros, sabiendo que adoraba con el alma leer, y que la caja podía contener más de cien obras. Uno de los libros que me entregó esa vez, fue “la amortajada”, de María Luisa Bombal.

También debo reconocer que al ser tan débiles los libros, y de autores no tan conocidos por mí en aquel tiempo, los dejé en el lugar más apartado de mi biblioteca personal.

Pero como hace unos días están arreglando mi casa, y a veces hay hasta cinco personas desconocidas dentro de ella, me perturba enormemente tanta invasión a la privacidad, y cuya única desconexión que puedo tener en estos momentos, son los libros. Así que ayer, en búsqueda de un puente hacia lo exterior, comencé a ordenar aquello que nombré como biblioteca hace seis años atrás (solo es un lugar en mi clóset), dando así con tesoros que nunca pensé que tenía, como lo es este, por lo que lo tomé y lo dejé a mano.

Había oído un par de veces algunas historias acerca de María Luisa Bombal, pero lo principal que siempre he escuchado, es que fue una mujer que sufrió bastante por culpa del amor. Además de que en su época, no fue apoyada por ningún escritor correspondiente a su contexto, lo que inmediatamente asoma a mi memoria a otra literata, Gabriela Mistral. Simplemente, si pudiera hacer una breve analogía entre ambas, sería única: escriben con una delicadeza extrema y son muy nostálgicas para relatar.

Hay algo que me cautivó inmediatamente al comenzar el libro, y fue la fineza de sus palabras. Todas muy bien pensadas, situadas en el contexto correcto y en el tiempo preciso. La manera de acercar al lector con el personaje que tiene Bombal es maravillosa, lo efectúa de una manera bastante especial: no lo hace a base de fuertes empujones para que esto ocurra, sino que intenta hacerlo de una manera más paulatina, y le funciona completamente. Es muy cautelosa para detallar los sentimientos, por ejemplo con palabras que se acoplan a estos. De esta manera, hace que la lectura sea mucho más amena y fácil, pues una de las cosas que más me gustó es que la acabé acrecentando magnamente mí vocabulario.

“La amortajada” trata de una mujer que está muerta; la están velando y en el transcurso de la historia ella, otros personajes y un narrador en tercera persona, relatan los aspectos más significativos que tuvieron lugar en la vida de Ana María. Es precisamente como si ella estuviera observando a cada persona que se acerca a su tumba, de hecho, al principio del libro el narrador nombra aquello, y de una manera individual se narra esa historia, cicatriz o evento más crucial que tuvieron estos personajes con la amortajada.


De todos los personajes que se nombran en la historia, destacaría principalmente a los hombres que marcaron sus sentimientos. El primero fue su primo Ricardo, quien teniendo un trato bastante déspota con ella, es el hombre que la hace comenzar a narrar completamente desde la nostalgia. Pero también me gustó mucho el cambio que produjo su esposo en sus sentimientos, debido a que la convirtió en una mujer juiciosa, desinteresada y hasta se podría decir que algo manipuladora.

Cabe destacar, de la suma de los análisis que transcurrieron en el libro luego de la muerte de esta mujer, todo lo relacionado con Dios y que, obviamente no podría faltar en una historia que se trata principalmente de la culminación de una vida. 

Ana María no llevó una vida religiosa, incluso cuestionaba todo acto relacionado con algún ser divino. Hablando con su hermana, le dice lo siguiente:

“Deben tener alma los que sienten dentro de sí bullir y reclamar. Tal vez sean los hombres como las plantas; no todas están llamadas a retoñar y las hay en las arenas que viven sin sed de agua porque carecen de hambrientas raíces.
Y puede, puede así, que las muertes no sean todas iguales. Puede que hasta después de la muerte todos sigamos distintos caminos.”

“La amortajada” es un libro rápido de leer, es una lectura fácil pero muy elegante. Lo recomiendo completamente.

¡Que tengan un buen fin de semana!

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